CAPÍTULO 7. Evaluación de competencias en el Área Contable, de la Contaduría Pública profesional: Conceptos


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Autores
    Oscar Yamith Duque Cruz
    Gabriel Moreno

Introducción
    La formación es una tarea permanente que requiere entre otros aspectos, la articulación entre los diferentes procesos, como por ejemplo la enseñanza con la evaluación; sin embargo, ello que pareciera evidente no siempre se cumple y es así como se observa por ejemplo que en términos de realidad se revisan y utilizan nuevas didácticas, pero que, al evaluar, la concepción y metodologías utilizadas no son correspondientes. Así, el interés en este capítulo, es el de realizar una revisión teórico-conceptual acerca de la evaluación de competencias en el área contable.
    De esta forma, se realiza inicialmente una revisión conceptual de pedagogía, dado que es este el concepto que atraviesa todo el quehacer educativo, es el que integra la reflexión respecto a él; posteriormente se revisa lo que es la formación del contador público desde el enfoque de competencias.
    Adelante en este capítulo, se referencia evaluación, como concepto marco de este trabajo, y que incluye evaluación del aprendizaje en la contaduría pública profesional, en términos de cómo se define en el marco de la normatividad internacional de la educación en contaduría; este concepto de evaluación a su vez deriva en el de evaluación de competencias y dentro de ella, la auténtica, partiendo de la premisa que esta sería la que mejor interpretaría el deber ser de la evaluación en el área contable, en la formación del contador público profesional.
    Y para finalizar, se realiza un bosquejo de diferentes tipos de evaluación de competencias, como por ejemplo la hetero, co y autoevaluación, cada una de ellas definida y las implicaciones, todo ello para terminar en diferentes metodologías de evaluación auténtica, especialmente lo atinente a las rúbricas o matrices de valoración.
    Breve revisión conceptual de Pedagogía.
    Algunos escritos indican que a partir de Comenio (siglo XVII) empieza a existir una disciplina llamada pedagogía. Desde los antiguos imperios de Grecia y Roma se daba gran importancia al cuidado del cuerpo de los niños y jóvenes, con tal disciplina que pudieran desempeñarse correctamente en el ejercicio militar (Paidos: Niño; Ago: Conducir-Esclavo encargado de llevar de la mano a los niños). En tiempo de los griegos la educación deportiva tuvo gran auge, ahondando en lo filológico, la lengua, la retórica y la elocuencia, así pues, la educación era un privilegio de unos pocos: La nobleza. Los ideales de Homero lo convertirían en el educador de Grecia, con el concepto de areté, que se podría resumir en la excelencia o perfección y en la virtud, como el vigor y la fuerza en el obrar. Entonces para esta época, el hombre educado poseía un conjunto de características fundamentales a las cuales sólo tenían acceso algunas personas: Elocuencia, honor, fuerza y gloria, aspectos que se contraponen al tipo de hombre que anteriormente se designaba en Grecia y que posteriormente, se contrapondría al hombre Romano: El vir bonus de Roma era, honesto, virtuoso, piadoso, patriota, muy distinto al irresponsable Aquiles. (Fraboschi, 2002)
    Así mismo, Fraboschi (2002) señala que en Atenas se forja un ciudadano perfecto, en función de las leyes y se presenta como una norma educativa, donde el Estado es el educador. Esto da a entender, grosso modo, que para poder interpretar un estilo pedagógico se debe tener en cuenta su asociación con el contexto de cada época y a la concepción, que, en dicho período, se tenía de pedagogía. La pedagogía, era entendida como educación, asociada a la formación integral que se vería reflejada en la formación del niño (paidós). En este sentido, los sofistas se fundamentarán en la retórica y la filosofía, fuente del saber que se va construyendo alrededor y acerca del hombre, del mundo, del conocimiento y que cuestiona el obrar del mismo hombre. El arte de la discusión (dialéctica), los ideales de Sócrates (con su interés antropocéntrico) y el posterior encuentro de lo clásico con la educación cristiana en San Agustín; dan a entender un largo trasegar de la pedagogía como ciencia, arte o modo de vida del hombre de cada época. Esto conllevó a que la formación del cristiano se enmarcara en un remoto plan de estudios que: Fortalezca la fe y halle la verdad.
    En la Edad Media aparece la educación para el trabajo, donde el aprendiz realiza tareas y poco a poco su maestro va dando sus más íntimos secretos del oficio. En esta época aparecen las universidades, donde inicialmente el alumno se hace lector y luego junto al maestro va avanzando en su saber, pasando por la memorización como pilar fundamental traído de los griegos y luego el enciclopedismo usado hasta la actualidad. Lo anterior hace entender, que, de acuerdo al conjunto de elementos históricos, sociales, económicos y políticos, se piensa y se crea todo un concepto de educación, de pedagogía y de currículo más claro, para la época señalada. La pedagogía moderna se va enmarcando en la generación de inventos y descubrimientos, ya que propiciaron cambios en el pensamiento filosófico y científico, dando más fuerza a la formación del juicio, a la autonomía por encima de la heteronomía.
    De acuerdo con lo anterior, se puede inferir que la pedagogía abarca distintos campos: humanistas, científicos, técnicos, culturales, sociales; que mediante un proceso logran formar al ser humano como un agente de cambio en determinada sociedad y respondiendo a las perspectivas globales de la actualidad. Durkheim (1925), sociólogo francés, señala que educar es socializar la nueva generación; la pedagogía no es un arte o una ciencia, porque no es un sistema de prácticas organizadas, sino de ideas de manera relativa hacia esas prácticas; es un conjunto de teorías y ella tiene por objeto guiar la conducta. Así pues, define entonces la importancia de la teoría y la práctica para la pedagogía, que designa una actividad para un hecho que está en estudio:
    - El hecho pedagógico conformado por el trabajo pedagógico, como unidad funcional de tareas, de competencias, de saberes. Docente y discente, maestro y aprendiz, adulto y niño, saber y aprendizaje, institución y clase. Lo anterior es lo que permite que la pedagogía tenga vida, que sea observable. El desarrollo de lo pedagógico es tanto del docente como del estudiante. Muy distinto este concepto de la Lectio, más bien se acerca a la Disputatio, donde se enfrenta el pensamiento del docente y del alumno. Entonces ejercer la pedagogía se explicaría como situarse en la lógica de una acción en contexto.
    - El estudio pedagógico tiene por objeto la representación pensada y del hacer se pasa al cómo hacer y al por qué hacer. Entonces la actividad pedagógica se define por el conjunto de pensar y hacer.
    Para concluir esta breve revisión de la pedagogía como concepto, es importante decir que ella, debe estar considerada como un saber profesional con total información, que requiere de conocimientos teóricos y prácticos. Ahora bien, es también la institución, como un establecimiento que propende y permite el desarrollo de la actividad pedagógica. Es entonces: Toda actividad que tienda a facilitar la acomodación del individuo a su entorno, a su medio y en este sentido no solamente es la escuela quien ejerce pedagogía, sino todos aquellos organismos y formas de actividad que controlan la sociedad. La pedagogía se ocupa de los fines de la educación, de buscar los por qué y para qué se educa (proceso educativo), dependiendo de la cultura que lo rodea: Técnico, burgués, noble (Jaramillo, 1996).
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